Una de las terapias que está tomando mayor fuerza para la recuperación física y tratamientos de afecciones en el cuerpo es la magnetoterapia. A pesar de que principalmente se le atribuye para tratamiento y regeneración ósea. También tiene beneficios en los músculos y en la sangre, aunque también tiene ciertos requerimientos de aplicación.
En qué consiste la magnetoterapia
La magnetoterapia es una forma de tratamiento físico que consiste en colocar diversos electrodos en la zona deseada. Los mismos causan un campo magnético que ayudan a la regeneración celular y también para desinflamar tejidos. Esto a través de campos magnéticos de baja frecuencia y de alta intensidad.
Los magnetos se deben colocar en el área que se quiere tratamiento a una frecuencia que puede oscilar de 1 a 100 HZ. La frecuencia aplicada, dependerá principalmente de la enfermedad o afección que muestre el paciente. Por ello se debe hacer un estudio previo antes de aplicar este tipo de terapia.
Los electrodos que se utilizan en esta terapia pueden variar dependiendo del artefacto. Puede usarse una cinta circular y se pueden usar electrodos separados, esto dependerá del área afectada que se quiera tratar. Para zonas como las piernas y los brazos se suelen usar la cinta con electrodos, y en el caso de la espalda, pectorales o abdomen, suele usarse electrodos separados.
Beneficios de la magnetoterapia
Los beneficios de la magnetoterapia son variados, comenzando con su aplicación médica inicial, para cuidado y terapias óseas. Aunque posteriormente se descubrieron otros beneficios de esta terapia, en otros componentes del cuerpo. Esto es lo que la hace una de las herramientas más versátiles en la fisioterapia..
Beneficios óseos
Los beneficios óseos son variados, iniciando con la recuperación de los mismos después de una fractura. La magnetoterapia ayuda a la regeneración del hueso, ayudando a que el mismo se regenere y fije por completo. Esto permite que la recuperación sea más rápida, evitando que pase mucho tiempo de recuperación lo que reduciría la atrofia del músculo.
Otro beneficio es para evitar o combatir la degeneración ósea. Esta terapia es muy común con personas que sufren de osteoporosis y artritis. Esta terapia ayuda a mantener la estructura ósea evitando que el desgaste progresivo se lleve a cabo. Cabe destacar que no es una cura a la enfermedad es una terapia para reducir los síntomas.
Los deportistas tienen mucho beneficio para evitar el desgaste óseo. En las actividades deportivas las rodillas y los huesos sufren desgastes por el movimiento y los golpes. Esta es parte de la rutina que les hacen diariamente para evitar que se lesionen de gravedad.
Beneficios musculares
Los beneficios en el ámbito muscular son variados, que pueden ser desde el punto de vista analgésico, antiinflamatorio e incluso para reducir la rigidez en los mismos. La magnetoterapia se usa para crear un efecto analgésico en los músculos, esto se usa para aliviar el dolor del paciente, mientras se trata la causa del mismo y brindarle la mejor calidad de vida posible al poco tiempo. Este tipo de terapia se hace regularmente, para que se mantengan los efectos, hasta que la causa del dolor sea subsanada.
Como antiinflamatorio es usado para que el músculo se relaje y se desinflame. Esta terapia permite aliviar los resultados de golpes, choques y otros elementos traumáticos que puedan causar molestias o dolores musculares. También es usado para aliviar la rigidez muscular y los calambres y dolores que este provoca.
Un caso conocido de éxito de esta terapia que ayudó a un basquetbolista a seguir jugando a pesar de tener los músculos de la espalda baja rígidos es el de Scottie Pipen. Este en la final del 98 contra los Utah Jazz tuvo una rigidez que no le dejaba jugar. A este se le aplicaba a final de cada cuarto y cada vez que lo cambiaban magnetoterapias para que el dolor no le afectara y pudiera seguir jugando.
Quienes deben hacerse esta terapia
Aquellas personas que tengan padecimientos físicos, ya sean pasajeros, crónicos o agudos. Esta terapia les permitirá sanar o por lo menos disminuir los efectos de la afección, para mejorar su calidad de vida. Estas terapias deberán hacerse periódicamente para que los efectos sean duraderos en el tiempo.
Se debe tener en cuenta que existen ciertas consideraciones con esta terapia, que excluyen a personas con ciertos padecimientos. Primeramente están las personas que tengan enfermedades cardiacas y más aún si tiene marcapasos. El campo magnético puede afectar su corazón e incluso puede dañar los circuitos del aparato.
Las mujeres embarazadas tampoco pueden realizar esta terapia. Ya que puede ocasionar problemas en el embarazo y en el bebé. A pesar de que las mujeres, pueden beneficiarse por reducir las piernas inflamadas, el campo magnético puede perturbar el desarrollo del feto.
Cada cuánto se debe hacer una magnetoterapia
Lo más recomendado por los médicos es hacerse una revisión, antes de establecer los plazos. Sin embargo, lo más normal es que se realicen estas terapias cada día durante 45 minutos a 1 hora. La duración de este tratamiento deberá determinarlo el mismo fisioterapeuta, dependiendo del tipo de enfermedad y la gravedad de la misma.
Es recomendable que se haga una revisión periódica del paciente, para determinar su avance. Así se puede ajustar la terapia y progresar con el tratamiento, ya sea para la reducción de los síntomas o para la sanación de la causa de la misma.
Recomendaciones adicionales
Es recomendable que consultes a un médico especialista que te evalúe por completo, antes de tomar la terapia. Aunque la misma es efectiva, en muchos casos los pacientes no conocen padecimientos subyacentes, como es el caso de la arritmia. El usar esta terapia en estos casos puede no sólo perjudicar tu salud sino tener consecuencias fatales.
En el caso de sospechar de algún embarazo, es recomendable suspender la terapia o no realizarla hasta verificar si estás en estado o no. De estar en gestación de un bebé no te apliques esta terapia y busca recomendaciones de terapias alternativas. Consulte a distintos médicos, no solo el fisioterapeuta sino a su ginecólogo.