La fisioterapia son actividades que buscan tratar algún padecimiento en alguna zona del cuerpo. Por lo general son rutinas que ayudan a devolver la condición de una zona muscular en específico. La rutina como tal dependerá en gran medida de la afección que tenga la persona, ya sea rehabilitación por pérdida de fuerza en el músculo, alivio del dolor por una lesión, rigidez en el movimiento, entre otras cosas.

Fisioterapia para recuperar la fuerza

Esta es una terapia que se utiliza cuando la persona ha perdido gran parte de su fuerza motriz. La causa pueden ser operaciones que se hayan realizado para tratar alguna condición existente. También alguna lesión que haya evitado movimientos en esta zona, causando la debilidad del músculo.

La fisioterapia para recuperar fuerza generalmente se hacen rutinas diarias para que el músculo pueda recuperar parte de su movilidad. Estas incluyen terapias de choques eléctricos moderados, rutinas de ejercicios suaves, pero progresivas. Los efectos de las mismas pueden variar, dependiendo de la disposición del paciente por recuperarse.

Terapia con aparatos eléctricos

Estas terapias buscan que el músculo desarrolle su fuerza, mediante choques eléctricos. Para ello se colocan unos electrodos en la zona que se desea realizar la terapia y la fisioterapeuta coloca una intensidad, acorde a la condición del paciente. La terapia de descargas suelen durar entre media hora a una hora por día y pueden hacerse de 1 a 3 veces al día.

Esta fisioterapia es progresiva, por ende, se aumenta el nivel de intensidad de los choques eléctricos, teniendo en cuenta la evolución del paciente. Es probable que a la tercera o cuarta sesión se aumente la intensidad, ya que el músculo ya se acostumbró a la anterior. 

Una recomendación al realizar esta terapia, sobre todo en la zona pectoral del cuerpo, es que solo se haga si el paciente no tiene ninguna afección cardiaca, ya que los impulsos eléctricos pueden afectar los latidos del corazón o el funcionamiento del marcapasos si el paciente lo tiene puesto.

Terapia con ejercicios físicos

La terapia con ejercicios físicos son rutinas de ejercicios que el paciente debe realizar para desarrollar masa muscular. El fisioterapeuta evalúa el estado del músculo y le coloca una rutina de ejercicio para desarrollar el área deseada. En algunos casos recomienda algunas herramientas para mejorar la efectividad del entrenamiento.

El fisioterapeuta supervisará la sesión de ejercicio del paciente diariamente para ver que este desarrolle correctamente cada actividad. Sin embargo, esto no implica que el ejercicio solo deba hacerse con el fisioterapeuta presente. Puede realizarse también en otros horarios y solicitar a un familiar o persona cercana que lo supervise. Así podrá aumentar la velocidad de recuperación del músculo y llevará menos tiempo de terapia.

¿Cuál de las dos es mejor? 

Muchos se preguntan cuál de estas 2 fisioterapias es mejor, si la física o la eléctrica. La verdad es que ninguna excluye a la otra, la verdad es que se complementan. La rutina eléctrica se suele hacer como calentamiento para la rutina física y evitar causar algún tipo de lesión, sobre todo al comienzo de la rutina.

El hacer ambas también ayuda a que el músculo desarrolle la masa muscular más rápidamente. Es recomendable hacerlo diariamente, aunque sí debes tener cuidado de no sobrecargar al músculo con tantas rutinas. Recuerda que es una terapia progresiva y se debe dar un paso a la vez, como dice el proverbio chino “Más vale paso que dure que trote que canse”.

De todas maneras pregúntale a tu fisioterapeuta cuántas veces al día es recomendable hacer la rutina. Él o ella te dirá cuantas veces podrás hacerla, así como cuantas repeticiones por serie.

Fisioterapia por lesiones o molestias

Esta fisioterapia la usan los atletas que son profesionales en alguna disciplina. Ellos se suelen lesionar en alguna zona del cuerpo y suelen hacer terapias para reducir el dolor del músculo lastimado y para que no se atrofie demasiado. Las terapias de este tipo suelen ser variadas, dependiendo del tipo de lesión que presente la persona. Estas son térmicas, masajes físicos, ejercicios de estiramientos y terapias eléctricas.

Fisioterapia térmica

Esta consiste en aplicar elementos calientes y fríos en la zona afectada para que el músculo se recupere de golpes o choques. Esta suele aplicarse cuando el golpe ocasiona que este se inflame o se salga de la posición. Con esto se busca que el músculo se relaje, se desinflame  y sirve de anestesia, también ayuda a que vuelva a su postura natural.

Terapias con masajes físicos

Esta por lo general se mezcla con la térmica, ejecutándose después de la misma. En esta se aplican cremas mentoladas y con efecto anestésico para masajear la zona afectada. Esta terapia busca que el músculo se siga relajando, para que se desinflame. También lo acomoda y coloca en su posición correcta.

Terapia con choques eléctricos

Esta fisioterapia busca que el músculo se relaje y vuelva a la postura normal mediante choques eléctricos.Con esto el músculo se contrae y extiende de forma normal ayudando que el mismo vuelva a su posición natural

Existe otra aplicación, aunque es para efectos más anestésicos, la cual forma parte de la magnetoterapia. Esta terapia es más paliativa y se debe realizar regularmente para que el efecto sea perpetuo.

Rutinas de ejercicio 

Esto se hace generalmente cuando se monta el músculo, para aliviar esta condición, los fisioterapeutas recomiendan una serie de ejercicios para que el músculo vuelva a su sitio. Esto suele tomar unas pocas repeticiones y el músculo vuelve a su posición original.

Recomendaciones finales

Las terapias que mencionamos son realizadas por un especialista y es recomendable que vayas con uno. Él te va a revisar y verificará el estado de tus músculos y determinará que actividades te pueden beneficiar par ti y la frecuencia de las mismas. También te explicará cómo progresará la rutina y cuando verías los beneficios de la misma.

Es recomendable que tengas paciencia y más en casos extremos de atrofia que no puedas realizar ningún movimiento. La terapia es progresiva y es probable que en los primeros días, los avances no se vean mucho. Sin embargo, después de la primera semana serán más notables, brindándote oportunidades de hacer algunos movimientos o probarlos.